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La carga inalámbrica ofrece la facilidad de cargar el teléfono móvil prescindiendo de cables conectados a la corriente eléctrica. Esta tecnología está disponible en la mayoría de smartphones y smartwatches, y para poder realizar la carga con esta función es necesario un cargador inalámbrico.
Existen diferentes tipos según su diseño o tecnología de carga. Desde ANOVO, te contamos todo sobre los cargadores inalámbricos. ¡Sigue leyendo!
Cómo funciona un cargador inalámbrico
Un cargador de móvil inalámbrico es una base de carga que proporciona corriente a dispositivos electrónicos a través de inducción magnética. Las baterías se recargan entrando en contacto con el cargador inalámbrico, incluso algunos teléfonos pueden recargar a otros sin necesidad de la base.
El cargador inalámbrico genera un campo electromagnético. La base del cargador convierte la electricidad que recibe del enchufe de corriente alterna y genera, a través de bobinas de inducción electromagnética, un campo que espera la llegada de otra bobina (la del smartphone o smartwatch) para transmitir la electricidad.
La conexión se realiza a través del magnetismo sin necesidad de conectar ningún cable entre ambos dispositivos. Al utilizar una tecnología magnética, el dispositivo que se quiere cargar debe encontrarse cerca de este campo para que la bobina del cargador inalámbrico lo detecte.
Estándares de carga inalámbrica
Existen dos estándares de carga inalámbrica, el Qi, utilizado por la mayoría de fabricantes de dispositivos móviles, y el PMA.
- El estándar Qi efectúa la carga con frecuencias muy altas que requieren que el cargador y el dispositivo estén cerca, ya que su campo electromagnético es menor.
- En el estándar PMA la resonancia magnética es mayor, por lo que se pueden cargar dispositivos con hasta 10 metros de separación, pero la eficiencia de la carga será menor que en el estándar Qi. Resumiendo, en el estándar PMA el smartphone no tiene que estar pegado a la bobina y pueden cargar varios dispositivos de forma simultánea.
Ventajas del cargador inalámbrico frente a los cargadores con cable
La ventaja más evidente es la supresión de cables durante la carga de los dispositivos, ya que sólo se tiene que situar el smartphone sobre la base de carga inalámbrica y comenzará a cargarse.
Debido a que no se manipula de la misma forma que los de cables, con los cargadores inalámbricos se produce un desgaste menor sobre el conector físico, y no es necesario un reemplazo frecuente, por lo que su vida útil es mayor.
Otra ventaja es que la carga inalámbrica es universal, siempre y cuando el teléfono móvil tenga la tecnología necesaria para ofrecer esta función. La nueva normativa de la UE aprueba la utilización de cargadores universales a partir de 2024, como una apuesta por la sostenibilidad con una reducción de residuos electrónicos. Por ello, la opción de usar un cargador inalámbrico es más responsable con el medio ambiente, además de ofrecer compatibilidad.
Los cargadores inalámbricos proporcionan una carga ligeramente más lenta, aunque esto puede ser una ventaja ya que de esta forma no se acelera la degradación de la batería que producen las cargas rápidas de 18 a 25W.
Se trata de una opción de carga muy cómoda para momentos en los que no estás utilizando el móvil, como puede ser en la oficina o mientras duermes, simplemente se coloca la base en la mesa y se deja cargando.
Tipos de cargadores inalámbricos
Existen diferentes tipos de cargadores inalámbricos según su fabricante, pero la función en todos es la misma, suministrar energía al smartphone o smartwatch. Los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un cargador inalámbrico son la potencia de carga, el diseño y el número de dispositivos que pueden cargarse simultáneamente con el cargador.
Según el tipo de carga existen dos tipos de cargadores inalámbricos:
- Carga inductiva: Requiere el contacto físico del smartphone y el cargador inalámbrico, estando ambas bobinas conectadas y alineadas. La mayoría de cargadores inalámbricos funcionan por carga inductiva y son los más económicos.
- Por resonancia: Requiere que el teléfono y el cargador inalámbrico permanezcan en proximidad, pero sin que sea necesario que se toquen.
Según su soporte podemos encontrar tres tipos:
- Base plana: Es el más discreto y sencillo. Es una estación de carga circular que se adapta bien a cualquier superficie sin ocupar demasiado espacio y que solo permite la carga de un dispositivo móvil a la vez.
Algunos llevan anillos de goma antideslizantes, de forma que pueden ponerse en zonas con una ligera inclinación. Un ejemplo es el soporte de carga de 10 W de Belkin.
- Soporte vertical: Se trata de un cargador inalámbrico que permite cargar el smartphone de forma vertical en un soporte magnético que funciona como ”stand”. De esta forma puedes cargar tu teléfono móvil en la oficina mientras lo utilizas, por ejemplo. Un ejemplo es el Anker PowerWave de 7,5W.
- Almohadilla de carga magnética: Es un cargador que funciona de la misma forma que la base plana y el soporte vertical, pero se adhiere al dispositivo a través de un imán, y es más portable que los otros.
Esperamos que este artículo te haya servido para conocer más sobre el cargador inalámbrico, su funcionamiento, ventajas y la tecnología que lo sustenta. Si quieres estar al día en tecnología, te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales Facebook e Instagram.